Los naranjas agresivos se entrelazaban con rojos
incandescentes y mientras la espuma se desvanecía en la arena el sol iba
desapareciendo entre las nubes y las estrellas.
La luna gigante en el horizonte opuesto se
elevaba lentamente sobre las palmeras y la música llegaba distante con un ritmo
absolutamente sensual.
Esto era excesivamente atractivo, era como
volver a vivir, sentir el olor salobre del aire, la temperatura tan agradable…
Pon una excusa de trabajo estaba en el paraíso y
a partir de ese momento pensé en ser alguien diferente por lo menos en lo
posible. Ya había cambiado mi nombre en la recepción para que nadie pudiese
ubicarme, sin llamados y sin colegas cerca iba a disfrutar esos dos días,
olvidarme de todo lo demás.
El artículo sobre el presidente era una cuestión
de poco tiempo, el resto era para mí.
Sentado en el porche estaba bebiendo el
exquisito ron y presintiendo aún el mar cuando la vi. El vestido blanco y
etereo se movía con la brisa que jugaba con su pelo. Parecía un duelo con la
luz de la luna y su belleza brillaba más.
Siguió caminando y su imagen desapareció entre
las flores .
Volvería a verla? O sería esa su última noche?
No, seguramente mañana …
Tratando de no dudar y proyectando mis fantasías
en esa mujer la noche transcurrió casi por completo, decidí ir a mi habitación
para descansar, sobre todo de mis propios y ansiosos pensamientos.
Nunca me había pasado una cosa así, no conocía
su voz, ni su manera de pensar , ni siquiera rocé su piel y me sentía
desesperado por tenerla.
Pero aún más, era un deseo tan intenso que no
podía esperar.
Al despertarme me di cuenta que me había
enamorado… de una imagen…o de una mujer.
Tenía que concretar la entrevista pero no me
importaba nada …. Solo quería encontrarla.
Entre las doscientas personas que fueron
llegando a desayunar no estaba, después de mucho esperar me fui hasta la
playa…. Tampoco la vi en la piscina y esperando llegó la noche. Ni siquiera
recuerdo haber hablado con alguien.
Seguramente con el personal para ordenar las
comidas y lo que fui tomando.
Los rostros de los demás no los recuerdo, es
como si a nadie hubiese mirado.
Mi objetivo era uno y no lo había alcanzado.
Tenía un cansancio que parecía dolerme , pero en realidad era decepción, estaba
agobiado por mi propia ansiedad y ya no aguantaba. Una noche eterna más y solo
estaba soñando.
La nueva mañana me dió esperanza, la luz del sol
me reconfortaba y comencé nuevamente a buscarla.
Haciendo uso de mis habilidades profesionales
indagué y nadie pudo ayudarme.
Era como si nunca hubiese existido. Pero mi
corazón afirmaba su presencia latiendo como para estallar cada vez que una
mujer pasaba antes de asegurarme que no era ella. La noche me había atrapado
nuevamente ahora llegaría antes que tuviera yo que partir. No me importaba no tener
excusas, quedarme sin trabajo. Solo quería estar con ella y llegó la mañana.
Mi valija anunciaba mi partida pero en realidad
no quería volver. No me importaba quedarme. Ya nada me importaba, el vacío era
tan inmenso que no podía sentir ni dolor.
En ese momento me acerqué al mostrador de la
recepción para pagar y al apoyar mi brazo el periódico del día se cayó.
Un empleado del hotel levantó el diario y su
cara se transfiguró, en la foto de la primera plana estaba el hombre que había
tirado el diario, que en ese momento salía corriendo hacia la playa y abrazaba
a una hermosa mujer levantándola y besándola y entre el intenso reflejo del sol
perdió ambas imágenes que se desvanecieron por completo .
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